lunes, 1 de noviembre de 2010

El espiante

Salió a comprar cigarro la percanta
y van casi dos horas que la espero.
(Decía un compadrito canfinflero
con alma de rufián y algo de chanta).

¡Pero lo juro!... por mi madre santa,
que las pilchas que tenga en el ropero,
en un paquete, con moño bien diquero,
encontrará en la puerta la atorranta.

Desesperado el fioca por un faso
la bronca desparrama paso a paso,
por el bulín mistongo arrabalero.

Dos horas más y minga de la mina.
Y el fiolo expresa al fin, con mala espina,
¡Mi Dios!... quedarse solo, qué fulero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario