lunes, 1 de noviembre de 2010

Muchacha loca

¿Por qué me hablas así, con ese tono
tan lleno de tristeza, niña mía...?
¿No sabes que a tu edad, la primavera,
florece con más fuerza cada día...?

¿Por qué tienen tus ojos ese brillo
de rosa amanecida con rocío...?
¿Por qué tus manos son dos avecillas
temblando bajo un cielo gris y frío...?

¿Por qué a tu corazón esta mañana
lo envuelve un halo raro de amargura...?
¡Tú corazón, mi amor, tu corazón,
que es un nidito henchido de ternura!

¡Ven...! Lárgate a jugar, muchacha loca,
y arroja esa tristeza lo más lejos.
Dedícate a los sueños y novelas,
y deja los problemas a los viejos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario