Todo es encanto en Misiones.
Todo es asombro y grandeza.
Desde su cielo brillante
hasta el color de su tierra.
Todo es fulgor, fuerza y vida.
¡Bendita Naturaleza...!
Si hasta soy un hombre nuevo
cuando camino en su selva.
Y siento el alma volarse
junto a su gente morena,
cuando trabaja en los montes
quemando su dura leña.
En naranjales dorados.
En plantaciones de yerba.
Dejando en su suelo amado
gotas de saladas perlas...
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Me voy, Misiones, regreso
pletórico de belleza.
Te abrazo como argentino,
te canto como poeta.
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