lunes, 1 de noviembre de 2010

El niño poeta

Aquel niño había nacido
con la luz de los poetas.
De llorar de amor y dicha.
De sentir también tristeza.

Aquel niño había nacido
para cantar en la vida
como los pájaros cantan
con una magia divina.

Sin embargo pocas veces
tuvo grandes alegrías,
cuando hablaba de sus sueños
se burlaban, se reían.

Y si encontraba en el suelo
alguna rama caída,
sin saber por qué motivo
hasta el alma le dolía.

Y cuando por las mañanas
sus rosas cobraban vida,
por sus mejillas rosadas
dos lágrimas le corrían.

Y una tarde de verano
mirando el sol en su puesta,
alzando la vista al cielo
hizo su primer poema.

¡No importa si no me entienden!
¡Si es agridulce la cuesta!
¡No importa risas ni burlas!
¡Qué hermoso es nacer poeta!

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