Muchas veces me llevan los impulsos
a un abismo de faltas y de errores,
cometiendo torpezas sin quererlo
que me hunden en amargos sinsabores.
Otras veces converso sin sentido
provocando tremendas discusiones,
y cegado de orgullo y de egoísmo
como un necio jamás entro en razones.
Mi carácter violento es el culpable
que me lleva a perder valor, decoro,
y quedando más tarde, arrepentido,
largo tiempo en silencio sufro y lloro.
He jurado mil veces contenerme
pero olvido lo dicho en mi arrebato,
vociferando sin control alguno
vuelvo a ser otra vez el insensato.
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