lunes, 1 de noviembre de 2010

La aurora

En la mañana temprano
con el frescor del rocío,
comienzan los pío, pío,
saludando al ser humano.
El sol extiende su mano
y la flor amor convida.
Y es todo una bienvenida
que el cielo va regalando.
... Y así se va despertando
todos los días la vida.

Si hasta imposible parece
que esto pueda suceder.
Es cosa de no creer
cómo todo reverdece.
Después, la tarde aparece,
con su siesta de rigor.
Y con ternura y calor
la noche se va acercando.
... Y es una rueda girando
las bondades del Señor.

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