Está la plaza aromada
con perfume de magnolia.
Y ella vestida de blanco
como si fuera una novia.
Está la plaza aromada
y es algo que me emociona.
Y por dentro alegre, digo:
¡Bendita seas, señora!
Por su copa van danzando
alocadas mariposas.
Y poco a poco se llenan
de sol temprano sus hojas.
Gallarda, altiva, imponente,
proyecta una hermosa sombra;
donde pican, saltan, juegan,
pajarillos y palomas.
Más allá, las otras plantas,
a la reina le hacen ronda;
mientras despierta en capullos
en diciembre la magnolia.
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