lunes, 1 de noviembre de 2010

Marinero

Marinero que navegas
aferrado a tu timón,
nada más que cielo y tierra
y tu noble corazón.

No hagas caso de espejismos
que te invitan a soñar.
Ni de vientos placenteros
ni quietud en alta mar...

Y si tienes, allá lejos,
un cariño que te espera,
cuéntale de eso a la luna
que la luna es compañera.
Que la luna, todo sabe,
y de amor, más que cualquiera.
Y en el alma estoy seguro
que también es marinera.

Marinero, ten cuidado
con las aguas de la mar.
Es la mar igual que un lobo
y jamás hay que confiar.

No por eso, marinero,
dejarás de navegar.
Simplemente ten cuidado,
con las aguas de la mar.

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