lunes, 1 de noviembre de 2010

Tarde misionera

Misiones duerme su siesta
tranquila, caliente y larga.
Y bajo el sol, que es un fuego,
lloran arpegios de un arpa.

Nadie se ve por las calles.
Sólo mariposas andan.
Algunos pájaros vuelan
y otros van de rama en rama.

Casi el calor se percibe
como al fogón de una fragua.
Hasta la tierra se ha puesto
de caliente... colorada.

Los árboles miran al cielo
y ven las nubes que pasan.
Tormentas que van y vienen
pero se llevan el agua.

Una lagartija corre.
Una garza pasa y grazna.
Un picaflor de goloso,
se pierde en una flor grana.

Han sacado sus violines
destemplados las chicharras.
El verde pinta el paisaje...
la tarde sigue su marcha.

Misiones duerme su siesta
tranquila... caliente y larga.

No hay comentarios:

Publicar un comentario