lunes, 1 de noviembre de 2010

El viejo poeta

Lo han visto de nuevo
por calles desiertas
andar por las noches,
al viejo poeta.

Llevando dispersa
su blanca melena
flameando inquietante
como una bandera.

Lo han visto de nuevo
cansado, sin fuerza,
una sombra sólo
del hombre que fuera.

Sus pasos endebles
rozaban la tierra,
como una caricia
muy suave... muy tierna.

Su rostro en la noche
pálido, de cera,
un puño cerrado
y una mano abierta.

... Y mientras la luna
-romántica eterna-
su luz proyectaba
hacia ambas veredas,

sus ojos miraban
el haz de esa estrella,
tal vez hilvanando
su postrer poema.

No hay comentarios:

Publicar un comentario